Mi pequeña contribución al brainstorming que se propuso a partir de la conversación #explorArTIC. Pero antes de pasar a mis sugerencia, algunas breves puntualizaciones. Primero, no ha sido nada fácil encontrar cosas nuevas que no se hayan hecho y que puedan aportar algo a lo que ya se hace. Tal y como ahora están, los diferentes formatos de cursos abiertos funcionan más que bien y son una experiencia de la que aprender. Lo segundo es que lo que yo propongo son propuestas muy generales que no tienen en cuenta cosas como a quién va dirigidas, qué necesidades van a cubrir o los contextos en los que se van a desarrollar. Por tanto, está el peligro de que sean cosas demasiado vagas. En tercer lugar, voy a poner, en los enlaces, algunos ejemplos de cosas que he ido viendo a lo lago del tiempo. Verán que no son nada originales. Estas ideas tienen que verse como una forma de explicarme, más que como modelos ideales de lo que hay que hacer. Cuarto, me gustaría que estas ideas se tomaran como un punto de partida y no como “lo que hay que hacer”. Me gustaría que se vieran como esas primeras ideas necesarias que se abandonaron para hacer algo mejor. En último lugar, soy consciente de que tanto Diego Leal como Luz Pearson han diseñado y conducido muchos cursos, encuentros y experiencias diferentes y yo solo conozco muy por encima todas esas experiencias. Es muy posible que lo que yo digo ya esté hecho y además esté hecho mejor.
Después del largo preámbulo, ahí van.
1. Formatos de investigación abierta.
Un grupo de personas se junta para investigar sobre las experiencias de cursos abiertos que ya se han llevado o se están llevando a cabo. Se trata de conocer bien lo que se hace, reunir datos, analizar, pensar, etc. con la idea de devolver ese conocimiento a las prácticas, de documentar en formatos académicos las experiencias y de darlas a conocer.
Este es el planteamiento general. Creo que así formulado, se corre el peligro de nunca llegar a nada. Por eso sería bueno quizás organizarse en torno a proyectos concretos y organizar el grupo de trabajo como si fuera un proyecto de aprendizaje por proyectos (tomar como una analogía). Por ejemplo: escribir un paper o preparar una comunicación para tal o cual congreso y a partir de ahí establecer un programa de tareas, fases, personas, calendario, etc.
Idealmente lo imagino como un formato con dos niveles de participación. Para un grupo de personas (los investigadores vamos a llamar) es un tarea que forma parte de su trabajo de investigación y que les reportará un beneficio en su carrera académica. Para otro grupo de personas (los no investigadores) será la oportunidad de aprender a investigar, a preparar una comunicación, a escribir un paper participando de primera mano en la experiencia de hacer una investigación, escribir un paper…
¿En qué pienso cuando digo “abierto”? Una investigación en la que se documenta todo, en la que participa gente diferente con diferentes grados de implicación de acuerdo a sus competencias, que genera una documentación y unos resultados que se hacen públicos y se ponen a disposición de otros interesados. Sobre todo, si la experiencia se presenta como una oportunidad para los que quieren aprender a investigar, es una condición necesaria que se haga todo en abierto. Yo imagino a diferentes expertos trabajando en diferentes fases y enseñando una cosa concreta a los demás. Por ejemplo, en un momento dado es necesario hacer un cálculo estadístico y entonces viene alguien que sabe mucho de estadística, hace esa tarea al tiempo que enseña a los demás cómo se hace. Es un poco la idea de hacer un curso abierto sobre cómo investigar.
Las desventajas es que se trata de un trabajo muy exigente en cuanto a grado de compromiso y tiempo, tanto al tiempo que cada uno tiene que dedicar como a la extensión en el tiempo. Una planificación ajustada y realista en torno a un proyecto modesto y plausible me parece esencial en este punto.
2. Experiencias de aprendizaje asíncronas.
Cuando hablo de experiencias de aprendizaje asíncronas estoy pensando en los minicursos de Howard Rheingold, en los desafíos de la P2P University o en algunas de las actividades que hay en Wikieducator. La gran desventaja de estos formatos es que la interacción y el trabajo en red con otra gente que esta haciendo el curso se pierde.
Había pensado que esto pasa si se pone toda la atención en la gente que hace estas actividades asíncronas al final de la cadena. ¿Pero qué pasa si nos vamos al otro extremo? ¿Qué pasa si lo importante está en el diseño de la actividad? Pienso en un grupo de gente trabajando en el diseño de actividades para los demás. Una especie de reciprocidad ideal. El aprendizaje está en la tarea de enseñar algo a los demás. De la misma forma que una profesor diseña actividades para sus alumnos, las diseña para sus pares. Ahí uno pondría en juego sus capacidades comunicativas, sus habilidades multimediáticas, ejercitaría su competencia en la curación de contenidos y en la agregación de fuentes diversas, en su capacidad de dar sentido y coherencia, en la capacidad de filtrar. Imagino que al tener que diseñar para que otros aprendan uno está forzado a organizar y dar sentido; a verificar las fuentes de información y evaluar la calidad de los recursos; poner a prueba su pensamiento crítico y su filtro de “crap detection”; etc.
Para evitar que esto sea una mera lista de enlaces, se podrían hacer cosas como una evaluación entre pares sobre los minicursos que se preparen o hacer un minicurso para enseñar como se hace un minicurso buscando así cierta estructura común.
No estoy nada seguro de esto por varias razones: ¿no es esto lo mismo que se hace en los cursos abiertos? ¿No se hizo ya en ArTIC cuando los participantes sugerían actividades para los demás? ¿Es esto más una actividad dentro de un curso abierto que algo que pueda funcionar por separado? ¿Hay una demanda real de estos formatos asíncronos cuando internet está repleto de textos, vídeos, presentaciones, etc.?
3. Grupo de trabajo/aprendizaje.
Esto funcionaría como complemento del grupo que se dedicaría a la investigación. Hay un grupo de gente que se ha ido formando alrededor de los cursos abiertos de Diego Leal que está muy interesada en el aprendizaje, en el conectivismo, en las redes, en las nuevas formas de aprendizaje, etc. Hay un grupo de gente con intereses comunes. La cosa que es que grupos de personas con intereses comunes se han reunido desde siempre para discutir, hablar, contar, pensar, leer, etc. Es cierto también que este grupo difuso funciona ahora en la red y que hace todo eso que mencioné a través twitter, facebook y blogs. No sé si habría una posibilidad de involucrar al grupo en algo más estable. Cosas como encuentros virtuales cada cierto tiempo, preparar una especie de seminarios para el grupo, invitar a gente interesante y compartir una charla con ellos, grupos de lectura, etc. La idea aquí es bastante egoísta: voy a juntar a este grupo de personas y voy a aprender de/con ellas.
La idea es fijar una estructura más solida sobre los contactos que ya existen en la red del mismo modo que hicimos la sesión el otro día.
(Quizá ustedes que son conectivistas esto del grupo les parezca una idea aborrecible ☺).
Hasta aquí mis aportaciones. Espero que sirvan a los demás para pensar y que surjan muchas ideas diferentes. Como se dice por aquí «den que pensar y que hablar».